SAN PEDRO DE MACORÍS.- El “Obispo” de las Estrellas Orientales no solo salva almas…también salva juegos.
Wirfin Obispo es el responsable de salvar a las almas de los seguidores de las Estrellas del dolor de una derrota, al final de los juegos de ese club. Para ello, el derecho de San Pedro de Macorís tiene que rescatar los juegos y ayudar a convertirlos en victorias.
No obstante su “sagrada” misión como salvador, Obispo cree que hay algo más importante que amontonar un número de rescates en su cuenta personal: ganar los juegos.
“No importa cuántos juegos yo salve. Lo importante es ganar”, manifestó Obispo este martes, después de salvar un juego para las Estrellas por octava vez en la actual temporada del béisbol profesional dominicano, tras la victoria 4-2 sobre los Gigantes.
“El asunto es ganar. Si yo puedo ayudar a hacerlo, bien. Pero lo importante es que el equipo gane juegos. Para ganar el campeonato”, subrayó Obispo, quien “comulgó” con el éxito la temporada pasada, cuando probó del “cuerpo” de la victoria y celebró con el mejor de los vinos (champaña) por primera vez en la Liga Dominicana, con los Tigres del Licey, cuando reforzó ese equipo en la post-temporada y fue parte de su equipo campeón.
“Ganar un campeonato con el Licey fue emocionante. Algo que agradezco a su directiva, sus jugadores, su fanaticada”, apuntó Obispo. “Me trataron muy bien. Fue un honor ser parte de un equipo con tanta gloria”.
Sin embargo, Obispo tiene algo que acotar al respecto: “Pero el campeonato que más me interesa. El campeonato que quiero ganar es este. Aquí”.
Y al mencionar el adverbio de lugar (aquí) en su parlamento, Obispo se tocó el pecho, sobre el todavía sudoroso uniforme, donde se lee la palabra Estrellas, después de “exorcisar” los demonios que conducen a las derrotas, gracias a lo cual se anotó su octavo juego salvado, líder del campeonato.
“Quiero ganar aquí”, dijo Obispo, mientras señalaba hacia el terreno de juego del Estadio Tetelo Vargas, en San Pedro de Macorís.
“Con mi equipo, para mi pueblo, para mi gente”, agregó, mientras su rostro adquiría una crispación que no dejaba dudas sobre su deseo, sagrado para los fieles seguidores de las Estrellas, y que no cuenta con la bendición de aquellos quienes lo hacen con los otros cinco equipos del circuito.
Empero, en San Pedro, el “Obispo” de las Estrellas está en campaña…¡Hay juegos que salvar!